En un giro respecto de lo acordado semanas atrás, el Gobierno de Catamarca decidió reasumir la administración de la Terminal de Ómnibus de Belén. Así lo confirmó el gobernador Raúl Jalil, tras una reunión con el ministro de Integración Regional, Logística y Transporte, Eduardo Andrada, en la que se resolvió que el organismo provincial volverá a tener el control operativo del moderno edificio inaugurado recientemente.

De acuerdo con la información oficial, la decisión apunta a garantizar el mejor funcionamiento del espacio, fortalecer la prestación de servicios a los usuarios y mantener adecuadamente la infraestructura, considerada una de las más importantes del interior provincial.

En los próximos días, el ministerio designará a un nuevo administrador, quien tendrá a su cargo la coordinación de las tareas operativas y la articulación con las empresas de transporte, concesionarios y demás actores vinculados al funcionamiento cotidiano de la terminal.

La medida representa una marcha atrás en la política de descentralización que el propio Ejecutivo provincial había impulsado en octubre, cuando, mediante un acta acuerdo, transfirió la administración de la terminal a la Municipalidad de Belén. En aquel momento, se había destacado que el traspaso buscaba promover una gestión local más cercana, asegurar la sostenibilidad de los servicios y consolidar la infraestructura como un nodo de conectividad para vecinos y visitantes.

Sin embargo, a poco más de un mes de esa cesión, la Provincia reconsideró su postura. Aunque no se detallaron los motivos específicos del cambio, fuentes oficiales indicaron que la decisión se tomó "para optimizar el funcionamiento integral del edificio y garantizar la calidad de los servicios", sugiriendo posibles dificultades operativas o logísticas durante el breve período de administración municipal.

La Terminal de Ómnibus de Belén fue inaugurada a fines de septiembre y constituye una de las obras de infraestructura más destacadas del oeste catamarqueño. Con una superficie superior a 4.400 metros cuadrados, el edificio cuenta con 10 dársenas para colectivos, 8 boleterías y amplios espacios de espera y preembarque. Además, alberga locales comerciales y gastronómicos, un microcine para 96 personas, salas de conferencias, oficinas para choferes y personal, y sanitarios completamente equipados.

Ubicada sobre la avenida Circunvalación, a unos 2,5 kilómetros del centro de la ciudad, la terminal fue concebida para descentralizar el tránsito urbano y reemplazar a la antigua estación, que había quedado obsoleta frente al crecimiento de la demanda y las nuevas exigencias del transporte de pasajeros.

Con esta obra, Belén se sumó a las localidades de Fiambalá, Santa María y Chumbicha, que también cuentan con terminales nuevas construidas durante la gestión de Jalil. Estas infraestructuras forman parte de un plan provincial destinado a mejorar la conectividad entre los departamentos, facilitar la movilidad regional y fortalecer el desarrollo turístico del interior catamarqueño.

Mientras se aguarda la designación del nuevo responsable, desde el Ministerio de Integración Regional señalaron que la prioridad será garantizar la continuidad del servicio sin interrupciones y mantener la infraestructura "en condiciones acordes con su envergadura y propósito".

La decisión del Ejecutivo marca, así, un retroceso en la descentralización administrativa, pero busca asegurar el funcionamiento pleno de una de las obras más modernas del interior de la provincia, cuya puesta en valor fue celebrada como un avance en materia de infraestructura y servicios públicos.