¿Se siente estresado? Un breve paseo por un parque o un jardín podría ser la solución. Un estudio internacional, publicado en la revista Nature Cities, ha confirmado que incluso exposiciones cortas a la naturaleza —de menos de 15 minutos— tienen un efecto positivo en la salud mental. La investigación, que incluyó a casi seis mil personas, fue realizada por especialistas de universidades de Estados Unidos, Países Bajos, China y Alemania.
El trabajo, que analizó la respuesta de los individuos a diferentes tipos de entornos verdes en distintas ciudades, demostró que todos los espacios naturales, desde pequeños parques hasta bosques urbanos, ofrecen beneficios. Los bosques resultaron ser particularmente efectivos para reducir la ansiedad y la depresión, mientras que los parques y jardines destacaron por aumentar la vitalidad y la concentración.
Según Anne Guerry, directora del estudio, este hallazgo es crucial porque demuestra cómo la naturaleza influye en el bienestar de manera diferenciada, dependiendo del tipo de entorno y la duración de la exposición.
Un respiro para los jóvenes
Los beneficios de estos "baños de naturaleza" son aún más notorios en personas menores de 25 años, un grupo donde a menudo se manifiestan los primeros problemas psicológicos. La investigación encontró que simplemente estar en contacto con árboles y plantas, ya sea caminando o sentándose, produce mejoras inmediatas en el ánimo, incluso más que el ejercicio físico por sí solo.
Con base en estos resultados, los investigadores sugieren medidas simples para que las ciudades promuevan el bienestar de sus habitantes:
Crear "parques de bolsillo" en barrios densamente poblados.
Aumentar la cantidad de árboles en calles y plazas.
Diseñar edificios con vistas a zonas verdes.
Fomentar actividades como la meditación al aire libre.
Además de los beneficios para la salud mental, estas acciones contribuyen a reducir la temperatura en entornos urbanos y a capturar carbono, lo que también beneficia al medio ambiente.