Los alacranes suelen refugiarse en rincones oscuros y húmedos de las viviendas, como grietas en paredes, rejillas, debajo de ladrillos o piedras, entre maderas y tuberías. En Catamarca, su presencia es frecuente durante la primavera y el verano, cuando las temperaturas aumentan y buscan refugio en interiores.
Desde el Ministerio de Salud provincial recordaron que las picaduras pueden causar desde reacciones leves hasta complicaciones severas, e incluso la muerte si no se recibe atención médica inmediata. Los casos leves presentan dolor localizado, enrojecimiento e hinchazón, mientras que las picaduras de ejemplares peligrosos pueden derivar en dolor corporal intenso, fiebre, lagrimeo, escurrimiento nasal y dificultad para respirar.
En los últimos años, en barrios de la Capital, Valle Viejo y Fray Mamerto Esquiú se registraron múltiples reportes de vecinos que encontraron alacranes dentro de sus viviendas, lo que encendió las alarmas sanitarias y llevó a reforzar las campañas de prevención.
Medidas para ahuyentar a los alacranes en Catamarca
Las autoridades locales recomiendan aplicar una combinación de control ambiental y repelentes naturales para reducir su presencia:
Plantas y sustancias repelentes
Lavanda: Su aroma ayuda a mantener alejados a distintos insectos, incluidos los alacranes.
Cedro: El aceite o la madera de cedro son eficaces como barrera natural.
Menta: Ideal para colocar en rincones; en hogares con mascotas se sugiere precaución.
Aceites esenciales de canela y clavo: Su intensidad aromática actúa como repelente.
Vinagre blanco: Rociar en entradas, grietas y rincones para dificultar el ingreso.
Control del entorno
Mantener patios y alrededores libres de escombros, madera, piedras y basura.
Sellar grietas en paredes, ventanas y puertas.
Colocar burletes en accesos para evitar que ingresen desde el exterior.
En caso de picadura, las autoridades sanitarias instan a acudir de inmediato al hospital más cercano y no aplicar remedios caseros, ya que la atención temprana es clave para evitar complicaciones.
