El día 8 de julio, Cinthia Roberts publicó en su perfil Facebook lo que está pasando con su familia desde hace siete meses, y nos comunicamos con ella para que nos contara toda la historia.
Ella vive en el Barrio 50 Viviendas Norte (Licitación n°115), ahí convive con dos familias, con cuatro niños y un bebé de 10 meses. Vivir en familia y contar con una vivienda propia se considera un sueño, un anhelo, pero para Cinthia y su familia es una pesadilla:
“Nos entregaron la casa, y a los cuatro-seis meses aproximadamente ya se asentó. También el agua de las cloacas se trancó e hizo que mi casa se llenara de agua.”
Este es el inicio de la pesadilla, que una casa esté “asentada” significa que hay filtración de agua (ya sea por la naturaleza del mismo suelo, y en este caso, también por el problema de la cloaca) provocando que los cimientos o platea de la vivienda se hundan, o como le dijeron a Cinthia cuando fueron a revisar el problema, que dicha platea tenga una ruptura que afecta, o que ya afectó a la estructura.
Ella hizo las denuncias correspondientes a Aguas de Catamarca, al Instituto Provincial de Viviendas (IPV), no solo este mes que hace público en su cuenta este problema, sino desde diciembre del 2022, y sigue sin recibir respuestas, así lo relata ella:
“Mi vivienda corre peligro de derrumbe desde hace 7 meses. Nadie me da la solución de nada; presenté papeles, fotos, videos de cómo la vivienda se va desmoronando todos los días”
También menciona a las personas que recibieron este pedido de ayuda:
“El señor Orellana, director de la vivienda, tiene mi gestión y hace oídos sordos. El concejal Díaz Martinez se hizo presente una vez a prometernos que nos sacaría. No apareció más. Tengo todas las promesas que nos hizo el señor Orellana y hasta el día de hoy no cumplió ninguna.”
Pide expresa, y desesperadamente ser escuchada y que le den una solución, están al borde del colapso literal y metafórico: todos los miembros están en tratamiento psicológico, especialmente la menor, a quien se le diagnosticó esto le está generando un trauma, el camino directo hacia el TEPT (Trastorno de Estrés Post Traumático), porque no pueden dormir por miedo a que la casa se derrumbe sobre ellos.
Y como si la falta de sueño y el estrés no fueran suficientes, hace poco iniciaron el proyecto de asfalto en el Barrio, la aplanadora pasa por la calle de la vivienda de la familia Roberts, y genera vibraciones que afectan todavía más a la estructura ya dañada de la casa.
Cinthia Roberts no quiere que el proyecto de asfalto no se concrete, por supuesto que sabe que este beneficiará al resto del Barrio 50 Viviendas, tampoco quiere que le den una vivienda nueva, porque ya está pagando por la que ya tiene y que se está derrumbando, ella nos enfatizó:
“Quiero una vivienda donde podamos estar bien psicológicamente hasta que arreglen, o derrumben y vuelvan a construir la casa.”
Podrían proponer la opción de alquiler, no obstante, alquilar no es una opción viable para la familia en este momento, es de público conocimiento que los alquileres y los requisitos para alquilar un departamento en cualquier zona de la Capital es toda una odisea, y para esta familia, ya tienen más que suficiente con lo que viven cada día, y ahora, con la llegada del invierno, el viento se filtra por todas las grietas, especialmente en la cocina, nos contó, es imposible estar ahí.
El peligro de derrumbe no son palabras, es una realidad, el roboque y partes de la estructura se están cayendo. Un riesgo mortal para toda la familia.
Cinthia es una joven madre que merece vivir el sueño de una casa propia, una sólida, una donde ella y el resto de su familia puedan convivir, compartir tardes de juegos y risas, y algo no menos importante, una casa donde puedan dormir sin el temor que el techo se derrumbe sobre ellos.
“Necesito ayuda no de palabras, si no de hechos, quiero que mis hijos estén bien”
