El equipo de la Dirección de Maternidad e Infancia, dependiente del Ministerio de Salud de la provincia, encabezó un encuentro de trabajo en el que se presentó los resultados del Monitoreo de Calidad de Atención en Servicios de Salud de la provincia de Catamarca entre Católicas por el Derecho a Decidir y el Programa Provincial de Salud Sexual y Reproductiva.
La Presidenta de la organización Católicas por el Derecho a Decidir, María Teresa Bosio explicó que “venimos haciendo un trabajo muy intenso en Catamarca y otras provincias del Noa y del Nea, fundamentalmente en dos líneas: capacitación de efectores de Salud para lograr el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo y también a otras prácticas que tengan que ver con salud sexual y reproductiva, por ejemplo implantes, colocación de DIU”.
Bosio, también contó que “son capacitaciones que se hacen en forma conjunta con capacitadores que son parte del sistema de Salud de la provincia, también venimos haciendo un monitoreo sobre el acceso a la salud sexual y reproductiva en toda la provincia”.
En forma conjunta, también vienen trabajando diferentes compañeras que van haciendo encuestas y entrevistas a usuarias de salud en diferentes territorios para ver cómo se constituye el acceso, si hay obstáculos o dificultades. “Sabemos que Catamarca tiene mucha ruralidad, mucha montaña lo que hace que cueste bastante llegar a los Servicios de Salud entonces la idea es mejorar con esta propuesta del monitoreo la accesibilidad a los servicios de Salud”, indicó la referente de la Organización.
En este sentido, María Teresa Bosio agregó que “vimos en los mapas que presentamos que hay algunas zonas con más acceso a la salud sexual, por ejemplo, la zona 11 donde se encuentra Belén y Londres; por lo que hoy vamos a trabajar en las características de esa región que tenga mejores servicios, especialmente en algunas zonas donde el acceso es más difícil”.
En cuanto a las mayores dificultades, Bosio destacó que “tienen que ver con las creencias religiosas, por eso desde esta organización siempre estamos proponiendo que la sexualidad no sea un tabú, sino que sea un tema más en la vida de las mujeres, que se pueda hablar, porque cuando las cosas son clandestinas y ocultas pasan situaciones como abusos, violencia, embarazos no deseados, prácticas inseguras”.
Para finalizar resaltó que “la creencia religiosa hace que veamos la sexualidad desde un ámbito feo y hay que comenzar a romper esa miradas porque la sexualidad debe estar enmarcada en un ámbito de dignidad, derecho, respeto y diálogo, por eso defendemos la ESI como una política pública que esté instalada en las escuelas, centros de salud en la comunidad en general”.
Por su parte, la referente del Programa Rodando Derechos de Católicas, Ana Agrelli señaló que “desde nuestra mirada como católicas, en convenio con el Estado trabajamos en la ley de aborto, cómo se estaba aplicando en los efectores de Catamarca y nos redoblaron la apuesta y dijimos miremos todo y que está pasando en la salud sexual desde una mirada integral”.
Agrelli expresó que “el desafío fue ir a territorios súper alejados; acompañe de manera virtual a quienes estaban haciendo ese relevamiento, con muchas dificultades en algunos lugares por el acceso, que fuimos saldando de a poco, el desafío más grande fue poder mirar las ventanitas de esos territorios que a veces no nos imaginamos porque están cerca pero no se pueden llegar; estos monitoreos nos devuelven muchas preguntas en relación a qué podemos hacer, cómo podemos llegar y pensar políticas para esos lugares más alejados”.
