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¿Resaca severa?: la explicación de por qué algunos toleran menos el alcohol

Durante las Fiestas de Fin de Año, el consumo de alcohol vuelve a estar en el centro de la escena. Investigaciones científicas explican cómo la genética influye en la tolerancia al alcohol y por qué algunas personas sufren resacas intensas incluso con cantidades mínimas.

25 Diciembre de 2025 10.35

Para algunas personas, una sola copa de vino o una cerveza es suficiente para generar mareos, malestar o una resaca intensa al día siguiente. Para otras, en cambio, el consumo moderado no parece tener mayores consecuencias. Estas diferencias, que suelen atribuirse a la "costumbre" o a rasgos personales, tienen en realidad una explicación científica profunda: la genética juega un papel clave en la forma en que el cuerpo procesa el alcohol.

Durante las Fiestas de Fin de Año, muchas familias están atentas a las mejores ofertas en bebidas para celebrar, y este contexto de mayor consumo suele despertar preguntas sobre por qué no todas las personas reaccionan igual ante el alcohol. Mientras algunos pueden beber sin mayores efectos, otros experimentan embriaguez rápida o resacas severas incluso con cantidades reducidas.

Según explicó Adrián Turjanski, investigador del CONICET, en un informe al que accedió la Agencia Noticias Argentinas, estas diferencias no responden únicamente a factores circunstanciales. "Así como la genética determina el color de ojos y la pigmentación de la piel, también influye en cómo respondemos a los alimentos o las bebidas", señaló el especialista.

El proceso clave está en la descomposición del alcohol dentro del organismo. Una vez ingerido, el alcohol se metaboliza y genera un compuesto intermedio llamado acetaldehído. Esta sustancia es altamente tóxica y es la principal responsable de los síntomas más comunes de la resaca, como fatiga extrema, dolor de cabeza, dolores musculares y náuseas. El punto central es la velocidad con la que cada organismo produce y elimina ese metabolito.

"Aquellas personas con un metabolismo acelerado acumulan acetaldehído rápidamente. Debido a sus efectos dañinos, es menos probable que beban en exceso, pero a su vez suelen tener resacas más severas y con mayor frecuencia", explicó Turjanski. En otras palabras, el cuerpo procesa el alcohol con rapidez, pero no logra eliminar el acetaldehído con la misma eficiencia, lo que intensifica el malestar.

El factor poblacional: genética y tolerancia

Turjanski, quien además es director de Gen 360, un test de ADN orientado al análisis genético, destacó que estas variaciones no se distribuyen de manera aleatoria en la población mundial. Por el contrario, existen patrones genéticos asociados a distintas regiones y grupos poblacionales que influyen directamente en la tolerancia al alcohol.

El especialista indicó que el proceso de asimilación metabólica del alcohol está estrechamente vinculado a variantes genéticas específicas, responsables de la acumulación de acetaldehído y de sus efectos adversos. Estudios científicos muestran que solo alrededor del 40% de la población europea posee la variante genética de alta actividad metabólica, mientras que ese porcentaje asciende al 85% en la población de Asia Oriental, que incluye países como China, Japón y Vietnam.

Esto implica que una proporción muy alta de la población asiática metaboliza el alcohol de manera mucho más rápida, lo que genera una acumulación temprana de acetaldehído y provoca síntomas de resaca más intensos y precoces en comparación con la mayoría de las personas caucásicas. En estos casos, el enrojecimiento facial, las náuseas y el malestar general pueden aparecer incluso durante el consumo.

Por esta razón, conocer la propia genética no solo resulta útil para mejorar el rendimiento deportivo, prevenir enfermedades o reconstruir el árbol genealógico. También puede ser una herramienta clave para anticipar reacciones adversas y evitar situaciones de riesgo o malestar, especialmente en contextos de celebración donde el consumo de alcohol suele incrementarse.

Comprender cómo responde el cuerpo al alcohol permite tomar decisiones más informadas y responsables, reduciendo la probabilidad de atravesar un mal momento durante los festejos y cuidando la salud a largo plazo.