Las Termas de Los Hornos, a unos 21 kilómetros del distrito de Las Papas, en Fiambalá, se presentan como un destino turístico de alto impacto visual y natural. Ubicadas a 3.600 metros sobre el nivel del mar, en la imponente Cordillera de San Buenaventura, estas termas deben su nombre a las particulares geoformas creadas por los sedimentos volcánicos que rodean el manantial. El agua termal brota, esculpiendo figuras que se asemejan a hornos de barro, un espectáculo geológico que cautiva a los visitantes. El lugar, conocido por lo locales, adquirió notoriedad en los últimos días, tras el trabajo de operadores turísticos en el despeje del camino de acceso a este lugar.

De hecho, para llegar a este punto, se debe partir de Fiambalá hasta Las Papas. Desde allí, el camino se interna por cuestas de altura hasta una bifurcación: el desvío a la derecha conduce al famoso Campo de Piedra Pómez, mientras que el camino de la izquierda lleva directamente a las termas. En este lugar, un domo o cono de color blanquecino emana el agua caliente desde un orificio central, con un vapor que se divide a distancia y un líquido burbujeante que sorprende al acercarse. 

Los colores rojizos del sustrato y las costras minerales que se acumulan en los bordes del manantial añaden un toque distintivo al paisaje. El agua que emerge es muy caliente, pero su temperatura disminuye gradualmente a medida que fluye hacia un arroyo cercano, así lo describe Multimedios Abaucán.

Las Termas de Los Baños, otro atractivo natural

A 6,6 kilómetros de las Termas de Los Hornos y 16 kilómetros de Las Papas, se encuentran las Termas de Los Baños. Este lugar, accesible por un camino angosto de ripio, es ideal para quienes buscan una experiencia más relajada. 

El sitio cuenta con un piletón donde se puede disfrutar de las aguas termales, inmerso en un entorno agreste y en total contacto con la naturaleza. Ambos destinos ofrecen una oportunidad única para explorar la belleza oculta de la provincia y disfrutar de los beneficios de sus aguas termales.