La reforma laboral impulsada por el gobierno de Javier Milei y enviada al Congreso de la Nación para su tratamiento en sesiones extraordinarias incluye un capítulo tributario que propone una modificación significativa del esquema impositivo vigente. De acuerdo con un análisis del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), la iniciativa contempla la eliminación de ocho impuestos nacionales, lo que reduciría el total de tributos existentes en Argentina de 155 a 147.
Según el relevamiento del centro de estudios, de aprobarse el proyecto elaborado por el oficialismo, el número de gravámenes nacionales pasaría de 45 a 37, lo que representa una baja del 18% en el stock de impuestos a nivel federal. La medida apunta a simplificar la estructura tributaria y eliminar gravámenes considerados de bajo impacto recaudatorio o de escasa relevancia dentro del esquema fiscal general.
El IARAF detalló que los ocho impuestos nacionales que dejarían de existir, de acuerdo con el texto de la reforma, son el impuesto a las entradas de espectáculos cinematográficos, el impuesto a los videogramas grabados, el impuesto a los servicios de comunicación audiovisual, el impuesto a los objetos suntuarios, el impuesto a los vehículos automotores, motos y embarcaciones, el impuesto a las embarcaciones y aeronaves de recreo o deportes, el impuesto a los seguros y el impuesto a la telefonía celular y satelital.
El informe del instituto señala que, bajo el supuesto de aprobación de la reforma y de mantenimiento de la cantidad actual de tributos provinciales y municipales, la estructura tributaria comenzaría a modificarse a partir de 2026. En ese escenario, los tributos nacionales se reducirían de 45 a 37, mientras que los impuestos provinciales y municipales se mantendrían prácticamente sin cambios, con 25 gravámenes a nivel provincial y 85 a nivel municipal.
El análisis también repasa la evolución reciente de la cantidad de tributos. En 2024, el total de impuestos nacionales relevados ascendía a 46, cifra que se redujo a 45 en 2025 tras la no renovación del impuesto PAIS. Con la eventual eliminación de los ocho gravámenes previstos en la reforma laboral, el total de tributos nacionales se ubicaría en 37 a partir de 2026. En contraste, los niveles provincial y municipal muestran una marcada estabilidad, con variaciones mínimas en el caso de los municipios.
Pese a la diversidad de impuestos existentes, el IARAF subraya que la recaudación efectiva del Estado argentino se encuentra altamente concentrada. Según proyecciones para 2025, apenas seis tributos —el Impuesto al Valor Agregado (IVA), los aportes y contribuciones a la seguridad social, el impuesto a las Ganancias de personas humanas y sociedades, el impuesto provincial a los Ingresos Brutos, el impuesto a los débitos y créditos bancarios y los derechos de exportación— concentrarían el 85% de la recaudación consolidada de los tres niveles de gobierno.
Si a estos se suman el impuesto a los combustibles, la Tasa de Seguridad e Higiene municipal, los derechos de importación y los impuestos internos coparticipados, un total de diez tributos explican el 94% de la recaudación. De ellos, ocho corresponden al ámbito nacional, uno al provincial y uno al municipal.
Por su parte, un informe de la consultora PxQ analizó los cambios fiscales asociados al proyecto de modernización laboral y el costo fiscal que implicaría para el Estado. Entre los principales puntos se destaca la reducción de las contribuciones patronales: para la industria y las PyMEs, bajarían del 18% al 15%, mientras que los aportes a obras sociales se reducirían del 6% al 5%.
En materia del impuesto a las Ganancias, la propuesta incluye una baja de las alícuotas: el tramo superior pasaría del 35% al 31,5% y el tramo medio del 30% al 27%, con vigencia a partir de los ejercicios iniciados el 1 de enero de 2026. Además, se eliminarían impuestos internos aplicados a vehículos automotores, telefonía celular y satelital, objetos suntuarios, embarcaciones, aeronaves y seguros.
El proyecto también incorpora un Régimen de Incentivo a las Inversiones Medianas (RIMI), destinado a inversiones a partir de los 150.000 dólares, con beneficios como amortización acelerada y devolución anticipada del IVA.
Desde PxQ señalaron que la reforma implicaría una "reducción significativa de los costos laborales no salariales". A modo de ejemplo, indicaron que una empresa industrial mediana con una nómina mensual de 100 millones de pesos podría ahorrar alrededor de 12,33 millones por mes, lo que representa una reducción del 38% de los costos laborales excluyendo salarios.
No obstante, los analistas advirtieron sobre el impacto fiscal del Fondo de Asistencia Laboral (FAL), al señalar que el Estado asumiría el costo futuro de los despidos mediante una renuncia fiscal presente. "Esto mejora el balance empresarial en el corto plazo, pero introduce un riesgo fiscal de mediano plazo sobre la sostenibilidad del sistema previsional", alertaron.