La investigación por el horrendo crimen de Fernando Reyes, el jujeño radicado en La Ciénaga, departamento Belén, junto a su pareja Danna Martínez, hoy detenida e imputada por su crimen, y sus dos hijos menores de edad, continúa avanzando. Mientras tanto la fiscal aguarda el resultado científico que confirme que los restos óseos semicalcinados hallados el sábado 6 de mayo a la vera del Río Belén, a 30 kilómetros de la cabecera departamental, pertenecen a Reyes.
Tal como se informó en la edición de ayer, durante la siesta y tarde del miércoles, Maira Villagra y Alcides Toranzo, fueron trasladados a la fiscalía de Belén, donde ampliaron su declaración ante la fiscal Marina Villagra. A líneas generales, según trascendió, ambos imputados del delito de homicidio doblemente agravado negaron su participación en el hecho y señalaron que, según el horario determinado por la fiscalía en la que habría ocurrido el crimen, ambos estaban en un baile reunidos con varias personas, quienes pueden ratificar sus coartadas. Asimismo, indicaron que conocían a la víctima, con quien compartieron reuniones y, en el caso de Toranzo, le dijo a la fiscalía que entre los meses de agosto y septiembre del año pasado, había mantenido una relación sentimental con Martínez, pero que esta se había terminado, aun cuando de manera esporádica se encontraban. En la declaración, tanto Toranzo como Villagra, le manifestaron a la fiscal su intención de denunciar al personal policial, tanto de la Comisaría Departamental de Belén, como de la División Homicidios de esta Capital, por supuestos apremios. (ver recuadro).
Premeditación
Una de las líneas que investiga la fiscalía en el homicidio de Fernando Reyes es que los tres detenidos participaron en el crimen.
Aquel 3 de diciembre los tres imputados acordaron en una clara premeditación llevar a Fernando hasta un camino alternativo alejado del barrio de La Ciénaga, donde vivían todos, para asesinarlo.
Así fue que Martínez y Villagra fueron con Fernando, donde fueron abordados por Toranzo, quien -siempre según el relato de la fiscalía en el Decreto de Determinación del Hecho- lo “invitó” a pelear. En esas circunstancias, Fernando fue asesinado de al menos dos golpes certeros en la cabeza. Luego, los tres armaron una fogata y le prendieron fuego al cuerpo de la víctima. Dicha fogata quedó encendida y ellos se fueron a bailar. Más tarde volvieron y como el fuego no había consumido por completo el cuerpo, Toranzo cavó una zanja del tamaño adecuado para que entrara un cuerpo, solo con sus manos, dice la acusación. Allí introdujeron luego el cuerpo desmembrado y lo sepultaron.
Los restos de Fernando fueron removidos en al menos una oportunidad, siendo trasladados a otro sector, a unos 100 metros de donde fue asesinado.
Este presunto pacto de silencio que tenían entre los tres homicidas se quebró el viernes 5 de mayo, cuando al ser interrogada por la ausencia de su pareja Reyes, Danna Martinez se quebró ante los policías y confesó el crimen, lo que luego ratificó ante la fiscal, diciendo también que Toranzo y Villagra la habían ayudado.
