Un fuerte enfrentamiento político se desató en el Senado en la antesala del debate por la reforma laboral impulsada por el Gobierno, luego de que el jefe del bloque kirchnerista, José Mayans, desconociera la designación de Patricia Bullrich como presidenta de la comisión de Trabajo y Previsión Social, una de las más relevantes para el tratamiento del proyecto. El episodio derivó en un escándalo institucional, con cruces verbales, acusaciones de irregularidades y advertencias sobre una posible judicialización del proceso legislativo.
La controversia se originó cuando el oficialismo, a través del senador libertario Bartolomé Abdala, propuso formalmente a Bullrich, jefa del bloque de La Libertad Avanza en la Cámara Alta, para presidir la estratégica comisión de Trabajo y Previsión Social. Tras la votación que avaló su designación, el kirchnerismo intentó desconocer el nombramiento, argumentando que el procedimiento utilizado fue ilegítimo y violó el reglamento interno del Senado.
En ese marco, Mayans protagonizó un tenso cruce con Bullrich, a quien increpó duramente. "Acá hacen lo que se les canta las pelotas", lanzó el senador formoseño, en una frase que marcó el clima de confrontación que atravesó la reunión. En un gesto que profundizó la polémica, Mayans se sentó en el lugar asignado a la presidenta de la comisión, mientras insistía en que la designación carecía de validez.
Lejos de confrontar directamente, Bullrich optó por ignorar el reclamo del jefe del interbloque peronista y solicitó al secretario parlamentario, Agustín Giustinian, que avanzara con el procedimiento formal para ratificar su nominación al frente de la comisión. La decisión del oficialismo de continuar con la sesión, pese a las objeciones del kirchnerismo, incrementó la tensión política.
Durante su intervención, Mayans sostuvo que el tratamiento de la reforma laboral se iniciaba "con vicios de nulidad de origen" y advirtió que su bloque no convalidaría lo que consideró un atropello institucional. "Venimos a tratar una ley fundamental para el sistema social de la Argentina con irregularidades graves. Esta ley nace mal y, de seguir así, va derecho al Poder Judicial", afirmó el legislador.
El senador también cuestionó la composición numérica de las comisiones, en particular la de Trabajo y Previsión Social, y acusó al oficialismo de no respetar la proporcionalidad que establece el reglamento. Según explicó, el interbloque Popular que él lidera cuenta con 28 senadores, lo que representa el 38,8% de la Cámara, y por lo tanto debería tener siete representantes en las comisiones, y no los cinco que finalmente le fueron asignados.
Para respaldar su postura, Mayans citó el artículo 14 del reglamento del Senado, que establece que en la primera sesión la Cámara debe designar o integrar las comisiones permanentes, ya sea de manera directa o delegando esa facultad en la Presidencia. Asimismo, recordó el artículo 60, que fija la cantidad de comisiones permanentes y el número de integrantes de cada una. A su entender, ese procedimiento no fue respetado, lo que invalidaría la conformación de las comisiones y, por extensión, las decisiones que se adopten en su seno.
"Vamos a inaugurar esta etapa con el título de la incompetencia de Bullrich", ironizó Mayans, al tiempo que sostuvo que la senadora "no leyó el reglamento" y que el oficialismo avanzó "con un atropello a la razón", pese a no contar, según su interpretación, con los números suficientes para imponer su criterio.
El episodio dejó al descubierto el alto nivel de conflictividad política que rodea el debate de la reforma laboral y anticipa un escenario de fuerte confrontación parlamentaria. Mientras el oficialismo busca avanzar con rapidez en el tratamiento del proyecto, el kirchnerismo ya adelantó que cuestionará tanto el fondo como la forma del proceso legislativo.