Los bastones de mozzarella pueden adaptarse fácilmente a una versión sin gluten utilizando harina y pan rallado aptos para celíacos. De esta manera, se logra un bocado crocante por fuera y suave por dentro, que mantiene el sabor tradicional sin incorporar gluten, una alternativa cada vez más buscada en provincias como Catamarca, donde crece la demanda de preparaciones inclusivas.
La receta permite sumar condimentos —como ajo en polvo, pimentón o hierbas secas— para potenciar el sabor sin modificar el procedimiento.
Ingredientes
- 8 bastones de queso mozzarella
- 2 huevos
- 60 g de harina sin gluten (½ taza)
- 90-100 g de pan rallado sin gluten (1 taza)
- Sal y pimienta
Preparación paso a paso
Rebozar con harina. Pasar los bastones por harina sin gluten para facilitar la adherencia del empanado.
Cubrir con huevo y pan rallado. Batir los huevos, pasar los bastones por huevo y luego por pan rallado sin gluten.
Repetir el empanado. Repetir el paso de huevo y pan rallado para lograr una cobertura más firme y crocante.
Congelar. Llevar los bastones al freezer hasta que estén completamente duros.
Freír. Cocinar en aceite caliente —sin excederse— hasta dorar y lograr que el queso se derrita de manera pareja.
Servir. Retirar y dejar reposar un minuto antes de consumir.
La preparación rinde cuatro porciones y puede realizarse en menos de 25 minutos. Es una alternativa económica, adaptable en condimentos y con un resultado casero que supera a muchas opciones industriales.
Un poco de historia
Los bastones de mozzarella, tal como se conocen hoy, surgieron en Estados Unidos a fines de la década de 1980, en pleno auge del finger food. Su aceptación se consolidó gracias a la simpleza, el bajo costo, la facilidad de conservación y la cocción rápida. Con el tiempo, se convirtieron en un clásico de bares, cervecerías y cocinas familiares.