Seguramente te pasó de encargar tu pizza favorita en alguna de las apps y que llegara tibia, con el queso volcado hacia un costado o con la masa blandita. Te aseguramos que lograr una pizza crocante en el horno de tu casa es mucho más fácil, con este truco infalible.
Preparar una pizza es tan fácil como divertido, se puede compartir el amasado en familia o con los chicos, y solamente se necesita harina, levadura, agua tibia y un poquito de sal. Lo ideal es, después de amasarla y darle forma de bola, dejarla levar durante al menos una hora. Luego, colocarla en un recipiente untado con aceite y tapado durante uno o dos días en la heladera. Hay quienes la dejan en una bolsa de plástico bien cerrada también.
Después hay que acordarse de sacarla de la heladera al menos una hora antes para que tome temperatura ambiente, estirarla sobre la asadera aceitada y cubrirla con los ingredientes elegidos para lograr una pizza deliciosa.
Ingredientes para la masa de la pizza
- 1 kg de harina 000 o de fuerza
- 600 ml de agua tibia
- 80 cc de de aceite de oliva
- 25 gr de sal (una cucharada sopera)
- 25 gr de levadura fresca
Ingredientes para una cubierta clásica
- 100 gr de salsa de tomate
- 500 gr de queso mozzarella
- 10 gr de orégano
- 80 cc de aceite de oliva
Cómo prepararla
Formar un volcán con la harina sobre la mesada y agregar la sal en la parte externa. En el hueco colocar la levadura y parte del agua, mezclando y tratando de no sumar la sal. Cuando la levadura haya hecho “globitos”, terminar de mezclar la masa incorporando el resto del agua y, al final, el aceite de oliva.
En este momento se pueden incorporar los secretos de cada familia para lograr la masa de pizza favorita, como una cucharada de miel mezclada en el agua, soda en lugar del agua con levadura, mitad de leche y mitad de agua, incorporar hierbas aromáticas a la harina y otros.
Tapar con un papel film o un repasador limpio y dejar descansar durante unos 20 minutos, hasta que aumente su tamaño. Cortar según la cantidad de pizzas que quieras hacer (pueden salir dos grandes o tres medianas) y dar forma de bola. Dejar levar hasta que dupliquen su volumen. Luego, llevar a la heladera si se prepararon con tiempo o colocarlas en placas aceitadas y estirarlas a mano.
El truco a la hora del horneado
Después del amasado y del leudado, la masa estará lista para ir al horno. Como en casa difícilmente tengamos el horno de barro de los maestros pizzeros, el truco es, primero, que el horno esté bien caliente. Y segundo, colocar la pizza en la chapa inferior o en la rejilla más baja del horno tradicional.
Si el horno ya fue bien precalentado a temperatura máxima, que la masa esté durante unos dos minutos será suficiente para que salga crujiente y deliciosa. Además, esto permite ir sacando más pizzas a la vez, para cuando se hacen reuniones con amigos.
Retirar y colocar la salsa y el relleno deseado. Podés elegir entre el clásico de mozzarella y orégano; jamón crudo, rúcula y tomates secos; variedad de quesos; berenjenas, zucchinis y otros vegetales asados; échalotes y hongos asados con queso camembert; o quesos azules con peras caramelizadas. También podés prepararla al estilo Nueva York o al estilo Chicago. Después de otro ratito en el horno, ¡la pizza crocante ya estará lista!
