El largo reclamo que lleva adelante la familia Trujillo contra la Administración Federal de Ingresos Públicos tuvo un giro poco convencional. Luego que se viralizara el caso tras la publicación de La Unión donde se hizo pública la falta de respuesta de este organismo durante 14 años por la queja de cobro de un adherente inexistente, se concretó finalmente la reunión entre los representantes locales de AFIP, Desarrollo Social y Anses. Este encuentro, que tuvo postergaciones previas, se realizó este martes y tuvo como resultado una solución parcial.
Así lo comentó la joven titular del monotributo social, Cinthia Trujillo quien detalló que no se pudo encontrar por qué durante más de una década se ha estado cobrando por un adherente de más pero que haciendo caso a lo dictaminado por la Superintendencia de Salud, sobre que esto era incorrecto, se optó por darle un subsidio provisorio que cubra el costo del diferencial que vienen realizando. "Eso concluyeron luego de una larga reunión. Nos van a solucionar momentáneamente el inconveniente, dándonos desde el Ministerio de Desarrollo Social un subsidio de $1500 por mes para que con ese dinero abonemos el adherente que está de más. Esto porque ninguno de los tres organismos puede encontrar hasta el momento, cuál es el foco del problema", acotó la joven.
El dinero, que no se hace efectivo de inmediato, es el valor que la familia venía abonando por el tercer adherente inexistente. Lo curioso es que un organismo provincial es el que va a brindar "una solución", a un inconveniente generado en la carga a de una oficina nacional.
"Lo otro que es increíble es que tanto ANSES como la oficina local de AFIP no tengan una comunicación directa con sus centrales en Buenos Aires. Se comunican por email y deben esperar la respuesta del correo. Ninguno tiene una línea directa para llamar por teléfono donde comunicarse, decir el inconveniente y obtener una respuesta rápida. No es así. Escriben el correo y deben esperar que allá les respondan y así es que todo se demora de esa manera. Básicamente es como comunicarse con palomas mensajeras", sentenció Cinthia con ironía y con pesar.
El caso
En el centro de todo está una supuesta por una mala carga al inscribir los adherentes de un monotributo social. A este régimen acceden porque de otra manera no pueden tener una obra social, la cual es vital para el tratamiento de su hermana, quien padece una enfermedad neurológica terminal denominada epilepsia refractaria.
El cobro excesivo por parte del organismo se mantiene desde hace 14 años y se han hecho decenas de reclamos en toda clase de organismos y ninguno tuvo una respuesta favorable.
