Mientras resisten la presión por ser desalojados, la familia de José Varela no pasó una buena noche en el Camping Municipal, esto a causa de las intensas lluvias que se registraron hasta avanzada la madrugada. Así se lo indicó a La Unión, el pasa de familia, a quien recordemos el IPV le desestimó el pedido de la vivienda, a pesar de estar anotado hace años. 

En cuanto a la noche de este miércoles y las primeras horas de este jueves, el padre de los tres menores marcó con dolor que se tuvieron que resguardar debajo de un nylon. “Estuvimos prácticamente bajo el agua. Este gobierno es una vergüenza”, describió para seguidamente acusar que al Instituto Provincial de la Vivienda “de entregar las casas para sus amigos y no para las personas que realmente las necesitan. Nosotros tenemos una nena especial que convulsiona y ni siquiera así se conmueven”. 

“Hace tres meses que estamos acá y el señor Gobernador no nos da ninguna solución. Por eso le pido que se ponga una mano en el corazón y se acuerde de nosotros”, sentenció Varela. 

El caso 

La familia Varela lleva meses en muy precarias condiciones, recurriendo a instalarse en el Camping Municipal porque sus pocos ingresos no le alcanzan para alquilar una pieza y mucho menos, una vivienda. El jefe de familia realiza changas para subsistir, mientras se esposa queda al cuidado de los tres menores. 

Desde el espacio municipal de la mano de una orden judicial, se apura el desalojo, el que hasta la fecha no se concretó.