El largo reclamo de los docentes y toda la comunidad educativa en pos de lograr el traspaso definitivo a la esfera provincial, suma en la jornada de este martes una presión más. La larga protesta de los docentes de la Escuela Municipal n° 1 de Santa María, ya no solo incluye el paro de brazos caídos y el corte sobre el puente que une el centro santamariano con las localidades del oeste, sino que añade desde este martes la toma del edificio escolar.
Son los padres quienes protagonizan esta medida y de esta manera apuran la definición de parte del Ministerio de Educación, que según ellos es quien debe responder por la falta de concreción del paso a las esferas provinciales tras la aprobación del Concejo Deliberante el pasado 8 de febrero.
En la otra vereda, desde la cartera educativa deslindaron tener responsabilidad por la demora, acotando que los pasos legales desde el ministerio ya se cumplieron. Así lo confirmaron fuentes educativas a La Unión. Indicaron que ya se hizo todo el trabajo en cuanto a la adecuación de todo lo necesario para el traspaso y que en la actualidad el expediente que tramita esta instancia se encuentra en el Ministerio de Economía.
Es en este otro ámbito donde está detenido el proceso, dado que “falta la aprobación del Gobernador de la provincia respecto al pase del presupuesto”, remarcaron. De manera que la definición del conflicto en este momento está en manos del primer mandatario provincial, mientras acotan que el traspaso en sí significa “una fuerte erogación”.
Desde la cartera educativa sostienen que desde la Dirección de Educación de Gestión Privada y Municipal trabajó ya con los directivos y que están hechas todas las adecuaciones necesarias, por lo tanto, lo que se reclama con las protestas de las últimas semanas no tendrá definición sino hasta que Raúl Jalil lo defina con su firma.
Mientras tanto, los docentes van a seguir cobrando sus sueldos como empleados municipales hasta tanto se culmine el trámite. Y es justamente este punto el que provoca la reacción de la docencia que lleva esperando años por el cambio, no solo de su condición laboral sino de mejoras económicas y labores.
