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Irregularidades en Salud

Finalmente las enfermeras derivadas al Obispado fueron reincorporadas al “San Juan”

Sin reconocer el error, ni las autoridades del nosocomio, el ministerio que dirige Manuela Ávila o el Obispado diocesano, el caso del “ilegal” traslado fue revertido. Los trabajadores de la salud vuelven al hospital para cumplir allí sus contratos de guardia.

19 Julio de 2022 18.50

El polémico traslado desde el Hospital “San Juan Bautista” de cuatro enfermeras y un kinesiólogo al Obispado diocesano para cumplir allí tareas de “cuidadores” por fuera del sistema sanitario provincial, tuvo una definición en positivo para los trabajadores. Sin mediar explicación y sin reconocer ninguna de las partes intervinientes que la maniobra era “ilegal”, tal como lo indicó una de las damnificadas, los empleados afectados fueron notificados que van a regresar a cumplir funciones en el nosocomio capitalino.

La novedad fue confirmada por ATE Salud a La Unión, indicando que las enfermeras fueron llamadas por los directivos del “San Juan” para “que  vuelvan a cumplir allí los contratos de guardia”. En el proceso de regresar todo a su estado previo, también informaron desde el gremio que las autoridades del centro de salud revirtieron el alejamiento del cargo de la Lic. Graciela Carranza, quien había sido alejada de su cargo de supervisora para ubicar en su lugar a otro profesional, esto bajo las órdenes del Director asistencial, Lic. Raúl Aramburu.

“Todo lo hecho tuvo un final exitoso, tanto las notas que se interpusieron con los reclamos como lo periodístico con el acompañamiento de La Unión. Todo eso sirvió para poner las cosas en orden”, consideró José Traverso. En cuanto a si hubo reconocimiento de las irregularidades, el sindicalista comentó “sobre el caso de las enfermeras trasladadas al Obispado no dijeron nada. Solo las llamaron y sin ningún otro comentario. En el caso de la Lic. Carranza, a quien le quedaba un año para jubilarse y que arbitrariamente trasladaron, las autoridades del nosocomio sí le pidieron disculpas”.

En la previa esto, y tal como lo adelantara este medio, de no mediar una respuesta del Ministerio de Salud, tanto el gremio como la enfermera afectada, preparaban para esta semana presentaciones legales para tratar de esa manera revertir el irregular hecho.

El caso

Fue la voz de la enfermera Gabriela Salcedo la que alertó la maniobra polémica que se había comenzado a gestar a previo al mes de Junio, cuando mediante nota desde el Ministerio de Salud se le respondía afirmativamente al Obispado diocesano al pedido de disponer de personal de salud “para la asistencia de pacientes crónicos”. 

Así comenzaba el peregrinar de cuatro enfermeras y un kinesiólogo, que pasaron de cumplir sus horas de guardia en el “San Juan “donde habían sido designados por el Estado provincial, para pasar a ser “cuidadores” de dos sacerdotes de edad avanzada. A lo  irregular del hecho, se sumó otro aún más grave, dado que una de las trabajadoras ni siquiera figuraba en la nota de destino que lleva la firma de la ministra Ávila. Ella, Gabriela Salcedo, quedaba en una postura aún más riesgosa porque no figuraba su salida en los papeles desde el “San Juan” pero sí debía presentarse cumplir tareas en las instalaciones de calle San Martín.

Luego de sufrir maltrato de todas las partes intervinientes y tras haber hecho presentaciones por intermedio de ATE Salud solicitando explicaciones de este hecho “ilegal e irregular”, lo reclamado por la única enfermera que se manifestó en contra tuvo una respuesta positiva. Aunque no hubo unas palabras de disculpas, el hecho de recuperar su puesto normal de trabajo, significa para esta empleada de salud volver a tener tranquilidad laboral.