La leche condensada se inventó en 1820, porque la leche común no se almacenaba bien sin refrigeración por más de unas pocas horas. Por eso, después de varios intentos, sirgió una de las recetas más ricas y sabrosas para usar en postres.
Por su parte, el Flan casero de leche condensada es una de las recetas que reversiona el clásico portre originario de Europa. Sin embargo, queda más sabroso y cremoso. Al igual que el original, lleva caramelo y se le puede sumar dulce de leche para decorar.
Ingredientes
- Azúcar, 200 gramos (para el caramelo)
- Huevo, 12
- Azúcar, 70 gramos
- Leche condensada, 1 lata
- Leche, 1 litro
- Esencia de vainilla, 1 cucharadita
Procedimiento
- Primero, coloca los huevos en un bowl y agrega 70 gramos de azúcar. Revuelve con un batidor de mano, sin incorporar aire en la preparación.
- A continuación, agrega la leche junto con la leche condensada y la esencia de vainilla. Revuelve con un tenedor hasta que quede todo bien incorporado, sin formar espuma. Reserva.
- Coloca la fuente del flan sobre otro recipiente con paredes más bajas para cocinar a baño María. Primero, agrega el caramelo dentro de la flanera y por arriba coloca la mezcla del flan casero.
- Por último, lleva todo al horno mínimo por 1 hora aproximadamente. Pasado el tiempo, introducir un cuchillo para corroborar que el flan esté cocido (debe salir seco). Deja enfriar un poco antes de desmoldar.
